Transcribimos la siguiente nota:
Diócesis de Chillán se encamina hacia el sueño de una Iglesia misionera
El encuentro sirvió para iniciar la elaboración del nuevo Plan de Pastoral Diocesano.
"Discípulos y Misioneros de Jesucristo, para que nuestro pueblo de Ñuble en Él tenga vida" fue el lema de la Asamblea Eclesial Diocesana, organizado por la Vicaría Episcopal para la Pastoral de la Diócesis de Chillán y llevada a cabo el viernes 04 y sábado 05 de enero.
El encuentro, realizado en dependencias del Colegio Padre Hurtado, contó con la asistencia de unas 300 personas, en representación de las comunidades parroquiales, colegios católicos, movimientos apostólicos, servicios y departamentos del Obispado.
El objetivo fue comenzar a renovar nuestra Iglesia en el encuentro con Jesucristo y su tarea discipular y misionera; iniciando una planificación diocesana a la luz de los desafíos a los que invitó la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, realizada en Aparecida.
Para ello se siguió la línea de trabajo del "ver, juzgar y actuar", partiendo por revisar los desafíos y prioridades pastorales en la Iglesia Diocesana a partir de nuestra historia y la iluminación que en su momento nos brindaron las anteriores Orientaciones Pastorales. Dicho tema fue dirigido por el padre Raúl Manríquez Ibáñez, ex vicario general de nuestra diócesis.
En un segundo momento, se reflexionó entorno a las conclusiones de Aparecida, iluminando con ellas la realidad diocesana, en un trabajo introducido y guiado por el padre Rodrigo Uribe Núñez, párroco de San Carlos.
Finalmente, se trabajó en el inicio de la elaboración del Plan Pastoral Diocesano, profundizando nuestra vida eclesial en comunión y participación. Dicho trabajo fue guiado por los vicarios, el padre Luis Flores Quintana y el padre Luis Concha Alarcón.
En la síntesis de las reflexiones de la Asamblea Eclesial, se extrae como conclusión que las características fundamentales de nuestro apostolado diocesano deben encaminarse hacia la realización de nuestro gran sueño misionero, que es llegar a ser una Iglesia Diocesana creyente.
Por otra parte, estamos llamados a trabajar en pro de una Iglesia profundamente misionera, que debe tener como signo la realización de una Gran Misión Diocesana, pero que debe pretender la renovación de nuestros corazones hacia el cultivo de una actitud misionera permanente, donde no se espere que las personas acudan a la Iglesia, sino que ir por ellos.
Por último, se indicó que debemos propender a convertirnos en una Iglesia Diocesana profundamente celebrativa, acogedora, servidora, audaz en su misión y participativa.
MENSAJE ANUAL DE MONS. PELLEGRIN
"Un llamado a renovar nuestra experiencia de Iglesia Peregrina, profundizando el espíritu de comunión, encarnados en la realidad de nuestro tiempo presente", hizo el Obispo de Chillán, monseñor Carlos Pellegrin Barrera, en su mensaje anual al inicio de la Asamblea Eclesial Diocesana 2008.
En su resumen de lo vivido como Iglesia en el año 2007, destacó la realización de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, realizada en Aparecida, Brasil, la cual acompañamos a distancia en un marcado sentido comunión eclesial con la Iglesia del continente.
En el camino como "Discípulos Misioneros", es importante sumar nuestra reflexión sobre la publicación de la "Carta Pastoral a los hombres y mujeres del campo chileno", escrita por la CECH, y dirigida al pueblo campesino para fortalecerles en fe y esperanza. Del mismo modo, invitó a empaparse de la segunda Encíclica del Papa Benedicto XVI, "Spe Salvi", respecto a la esperanza cristiana.
Con respecto a nuestras reflexiones de hoy y acciones a futuro, indicó que estamos llamados a encontrar respuestas nuevas a preguntas como: ¿Qué servicio desea Cristo que preste nuestra Iglesia Diocesana en la provincia, y en el país?, ¿Qué significa ser católico, testigo de Cristo Resucitado, en el contexto actual de nuestra provincia y nuestra Iglesia chilena?, y ¿Qué forma debe tomar nuestra misión liberadora en nuestra diócesis?
En relación con lo anterior, expresó que se nos llama a renovar el ardor misionero con valentía y anhelos de santidad. De ahí, su anunció para este año de su primera Carta Pastoral, que se enfocará precisamente en la dimensión misionera.
En el camino hacia la Gran Misión, agregó, necesitamos que cada comunidad cristiana se convierta en un poderoso centro de irradiación de la vida en Cristo. Un aspecto fundamental es desarrollar la espiritualidad de la comunión entre todos los que formamos parte de la diócesis, enfatizando que "En Cristo todos formamos un solo cuerpo".
Fuente: Comunicaciones Chillán
http://www.diocesisdechillan.cl/
Chillán, 09/01/2008